Patología de la ATM y dolor orofacial

Dolor Orofacial

El Dolor Orofacial es una especialidad dedicada a la prevención, diagnóstico y tratamiento de los trastornos dolorosos que afectan tanto al área oral como facial. Estos trastornos incluyen: disfunción craneomandibular, dolor de origen neuropático, cefaleas, trastornos de origen intraoral, intracranial, extracranial o patología sistémica que curse con dolor orofacial.

El especialista en Dolor Orofacial realiza el diagnóstico de este tipo de patología mediante una completa historia clínica, que en ocasiones puede requerir de pruebas complementarias pertinentes, tales como analíticas y/o diagnóstico por la imagen, e incluso una evaluación psicosocial del paciente.

El tratamiento de este tipo de patología requiere de un equipo multidisciplinar formado por médicos, odontólogos, fisioterapeutas, psicólogos, etc.

En caso necesario, el especialista en Dolor Orofacial podrá prescribir fármacos, recomendar tratamientos de fisioterapia, y realizar procedimientos para disminuir el dolor de los pacientes, así como una importante labor de educación tanto a pacientes como familiares, acerca de esta patología.

Disfunción craneomandibular

Dentro de los cuadros de Dolor Orofacial, la disfunción craneomandibular (DCM), o también llamada trastornos temporomandibulares (TTM), incluye todos aquellos trastornos que involucran a los músculos de la masticación y/o las articulaciones temporomandibulares (ATM).

La disfunción craneomandibular es la segunda causa más frecuente de dolor orofacial después del dolor dental.

En caso de que conteste afirmativamente a una de las siguientes preguntas, puede que usted padezca de disfunción craneomandibular.

Cuestionario para la detección de trastornos temporomandibulares:

  • ¿Tiene dificultades para abrir la boca?
  • ¿Nota ruidos en las articulaciones de su mandíbula?
  • ¿Su mandíbula se queda alguna vez encajada, bloqueada o dislocada?
  • ¿Tiene dolor en las mejillas o alrededor de los oídos?
  • ¿Tiene dolor al masticar, bostezar o abrir ampliamente la boca?
  • ¿Siente que su forma de morder es incómoda o ha cambiado últimamente?
  • ¿Ha sufrido algún traumatismo en la mandíbula, en la cabeza o en el cuello?
  • ¿Ha tenido alguna vez artritis?
  • ¿Ha sido tratado antes por patología temporomandibular?

Las causas de la disfunción craneomandibular se desconocen. Normalmente suelen ser de origen multifactorial. Los factores etiológicos conocidos incluyen los traumas o lesiones a nivel orofacial y la patología articular degenerativa como la artritis. Otros factores que están asociados a la perpetuación de la disfunción craneomandibular son hábitos parafuncionales como el bruxismo o rechinamiento de los dientes, y la tensión muscular cervical y masticatoria.

La disfunción craneomandibular es una patología crónica en la que los síntomas fluctuan a lo largo del tiempo. El éxito en el tratamiento de la disfunción craneomandibular se basa en terapias enfocadas en técnicas de autocuidado y en el control de aquellos factores que agravan el cuadro.

Férula oclusal

En algunas ocasiones, el especialista puede recomendarle el uso de una férula oclusal.

Son aparatos que se interponen entre los dientes y son capaces de redirigir, disminuir y redistribuir las fuerzas oclusales.

Existen distintos tipos de férulas oclusales que se indicarán en cada caso en función del diagnóstico realizado.

• Aplicación de calor o frío según la recomendación del especialista.

• Realizar una dieta blanda, evitando los alimentos duros o muy chiclosos.

• Limitación de la apertura bucal.

• Evitar hábitos como la masticación de chicle, bolígrafos, uñas, etc.

• Evitar el apretamiento dentario.

• Lograr una buena calidad del sueño.

• Disminuir el consumo de cafeína.